viernes, 25 de septiembre de 2020

Alexa no está sola

Desde el Frente Mujer del Partido Paraguay Pyahura repudiamos el fallo del Tribunal de Sentencia integrado por la Jueza Leticia de Gásperi (presidenta), Dina Marchuk y Hugo Segovia, que absolvió al sacerdote Silvestre Olmedo de la acusación de acoso sexual.

Una muestra más de lo que venimos denunciando como Frente Mujer, que la justica está para dar privilegios e impunidad a acosadores, golpeadores, violadores y feminicidas, porque generalmente quienes deben  aplicar  la ley les tiemblan el pulso en el momento de ejercerla a favor de la justicia.

Así como otros casos  similares en los contenidos,  lo de Alexa  constituye un caso más al decir que “no hay elementos contundentes” o “sistematicidad en el hecho” o porque “la víctima no estaba en condición de dependencia”, porque “el sacerdote no ejercía  autoridad sobre ella”. Con estas argumentaciones irrisorias los “representantes de la justicia” no hacen otra cosa que  ofender nuestra inteligencia, para intentar justificar el fallo.

Esto es un atropello hacia la integridad de una mujer que tuvo la valentía de denunciar, que rompió el silencio y se paró de forma valiente para enfrentar el acoso. EL DERECHO DE ALEXA Y DE TODAS LAS MUJERES FUE PISOTEADO, FUE BURLADA con el fallo de la justicia.

Cuando una mujer se anima a denunciar estos hechos no encuentra justicia: por el contrario, encuentra una institución servil a los acosadores. En la práctica se demuestra el machismo institucional que impera en nuestro país.

Levantamos nuestra voz de protesta para gritar una vez más:

BASTA DE VIOLENCIA, BASTA DE ACOSO, BASTA DE IMPUNIDAD…

¡JUSTICIA PARA TODAS LAS MUJERES QUIENES SON Y FUERON VÍCTIMAS DEL MACHISMO INSTITUCIONAL Y SOCIAL!

Frente Mujer del Partido Paraguay Pyahura

Periódico Poder Popular, Edición Nº 3, Setiembre 2020 

Contra el liberalismo (Mao Tse Tung)

Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma con que se logra la unidad interna del Partido y demás colectividades revolucionarias en beneficio del combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma. Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y vulgar, que conduce a la degeneración política a algunas organizaciones y miembros del Partido y demás colectividades revolucionarias.

El liberalismo se manifiesta en diferentes formas:

  • A sabiendas de que una persona está en un error, no sostener una discusión de principio con ella y dejar pasar las cosas para preservar la paz y la amistad, porque se trata de un conocido, paisano, condiscípulo, amigo íntimo, ser querido, viejo colega o viejo subordinado. O bien buscando mantenerse en buenos términos con esa persona, rozar apenas! el asunto en lugar de ir hasta el fondo. Así, tanto la colectividad como el individuo resultan perjudicados. Este es el primer tipo de liberalismo.
  • Hacer críticas irresponsables en privado en vez de plantear activamente sugerencias a la organización. No decir nada a los demás en su presencia, sino andar con chismes a sus espaldas; o callarse en las reuniones, pero murmurar después. No considerar para nada los principios de la vida colectiva, sino dejarse llevar por las inclinaciones personales. Este es el segundo tipo.
  • Dejar pasar cuanto no le afecte a uno personalmente; decir lo menos posible aunque se tenga perfecta conciencia de que algo es incorrecto; ser hábil en mantenerse a cubierto y preocuparse únicamente de evitar reproches. Este es el tercer tipo.
  • Desobedecer las órdenes y colocar las opiniones personales en primer lugar; exigir consideraciones especiales de la organización, pero rechazar su disciplina. Este es el cuarto tipo.
  • Entregarse a ataques personales, armar líos, desahogar rencores personales o buscar venganza, en vez de debatir los puntos de vista erróneos y luchar contra ellos en bien de la unidad, el progreso y el buen cumplimiento del trabajo. Este es el quinto tipo. 
  • Escuchar opiniones incorrectas y no refutarlas, e incluso escuchar expresiones contrarrevolucionarias y no informar sobre ellas, tomándolas tranquilamente como si nada hubiera pasado. Este es el sexto tipo.
  • Al hallarse entre las masas, no hacer propaganda ni agitación, no hablar en sus reuniones, no investigar ni hacerles preguntas, sino permanecer indiferente a ellas, sin mostrar la menor preocupación por su bienestar, olvidando que se es comunista y comportándose como una persona cualquiera. Este es el séptimo tipo.
  • No indignarse al ver que alguien perjudica los intereses de las masas, ni disuadirlo, ni impedir su acción, ni razonar con él, sino dejarle hacer. Este es el octavo tipo.
  • Trabajar descuidadamente, sin plan ni orientación definidos; cumplir sólo con las formalidades y pasar los días vegetando: "mientras sea monje, tocaré la campana". Este es el noveno tipo.
  • Considerar que se ha rendido grandes servicios a la revolución y darse aires de veterano; desdeñar las tareas pequeñas pero no estar a la altura de las grandes; ser negligente en el trabajo y flojo en el estudio. Este es el décimo tipo.
  • Tener conciencia de los propios errores pero no intentar corregirlos, tomando una actitud liberal para consigo mismo. Este es el undécimo tipo.

Podrían citarse otros tipos más, pero los once descritos son los principales. Todas éstas son manifestaciones de liberalismo.

En una colectividad revolucionaria, el liberalismo es extremadamente perjudicial. Es una especie de corrosivo, que deshace la unidad, debilita la cohesión, causa apatía y crea disensiones. Priva a las filas revolucionarias de su organización compacta y de su estricta disciplina, impide la aplicación cabal de su política y aleja a las organizaciones del Partido de las masas que éste dirige. Se trata de una tendencia sumamente perniciosa.

El liberalismo proviene del egoísmo de la pequeña burguesía; éste coloca los intereses personales en primer plano y relega los intereses de la revolución al segundo, engendrando así el liberalismo en los terrenos ideológico, político y organizativo.

Los adictos al liberalismo consideran los principios del marxismo como dogmas abstractos. Aprueban el marxismo, pero no están dispuestos a practicarlo o a practicarlo cabalmente; no están dispuestos a sustituir su liberalismo por el marxismo. Tienen su marxismo y también su liberalismo: hablan del marxismo pero practican el liberalismo, el marxismo es para los demás y el liberalismo para ellos mismos. Llevan ambos en su bagaje y encuentran aplicación para uno y otro. Así es como funciona el cerebro de cierta gente.

El liberalismo constituye una manifestación de oportunismo y es radicalmente opuesto al marxismo. Es negativo y, objetivamente, hace el juego al enemigo. De ahí que éste se alegre si en nuestras filas persiste el liberalismo. Por ser tal su naturaleza, no debe haber lugar para el liberalismo en las filas revolucionarias.

Debemos emplear el espíritu marxista, que es positivo, para superar el liberalismo, que es negativo. El comunista debe ser sincero y franco, leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar sus intereses personales a los de 1a revolución; en todo momento y lugar ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones incorrectas, a fin de consolidar la vida colectiva del Partido y la ligazón de éste con las masas ha de preocuparse más por el Partido y las masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una persona así es digna de llamarse comunista.

Todos los comunistas leales, francos, activos y honrados deben unirse para combatir las tendencias liberales, que cierta gente tiene, y encauzar a ésta por el camino correcto. He aquí una de nuestras tareas en el frente ideológico.


Periódico Poder Popular, Edición Nº 3, Setiembre 2020.

En concordia con la mafia y en discordia con el pueblo


Finalizando los dos años del gobierno de Mario Abdo Benítez (MAB), en el ámbito político del partido oficialista se produce el pacto “MAB-Cartes” denominado Concordia Colorada, que tiene como base la permanencia en el poder del desgastado presidente a cambio de la impunidad del expresidente y los grupos mafiosos, sellando de esta manera, el verdadero poder en este último. 


El pacto MAB - Cartes, parece más un arreglo doméstico de parejas, que un acuerdo programático para desarrollar el país: más aún, considerando los actores reales del poder detrás del teatro político, o sea, los grupos económicos dominantes y mafiosos. En realidad, es un pacto entre grupos corruptos, evasores, mafiosos, contrabandistas, narcos políticos, lavadores de dinero, etc., que justamente se afianzaron en el poder político con el Gobierno de Cartes y que el actual Gobierno continúa. 


Recordemos que, en 2019, MAB estuvo a punto de ser desalojado por Cartes de la presidencia de la república, debido al escándalo por el acuerdo secreto con el Gobierno brasileño para la venta de energía de Itaipú, pero con la injerencia de la embajada norteamericana, la Nunciatura del Vaticano y del Gobierno brasileño -que presionaron a Cartes- MAB se mantuvo en la silla presidencial, en el marco de la permanencia del modelo político y económico agroexportador extractivista.


A dos años del gobierno de MAB (continuador del modelo cartista) enumeramos rápidamente algunos resultados, además del que ya mencionamos en el ámbito político:


En lo económico y social, la crisis que ya venía anteriormente se profundizó ahora con la pandemia del coronavirus: miles de empresas -especialmente pequeñas y medianas- cerrándose, y trabajadores perdiendo el empleo: 33.169 según la Dirección General de Estadísticas y Censos (DGEEC 2019) y actualmente con la pandemia más de 88.000 según el Ministerio del Trabajo. Datos de la DGEEC que acaban de salir (agosto de 2020) muestran que el 42,4% de los hogares urbanos tuvo algún miembro que perdió el trabajo o su ingreso y el 29,7% de los hogares rurales, siendo la caída de los ingresos de los trabajadores también significativas en el 72,9% de los hogares urbanos y 60,9% de los hogares rurales. Esto sin lugar a dudas aumentará la pobreza y el hambre en el país.


Esta crisis se da principalmente porque este Gobierno, al igual que el anterior, ha privilegiado con más fuerza aún el modelo agroexportador. Apenas asumió, emprendió una supuesta “reforma tributaria” que favorece ampliamente a los sectores concentradores de la riqueza que no quieren pagar impuestos: sojeros, terratenientes, empresarios, tabacaleros, etc., a quienes no se les gravó la importación de granos, no se les tocó el impuesto inmobiliario, ni el impuesto al tabaco, tampoco a las bebidas alcohólicas ni a la comida chatarra. Hay una protección permanente a los grupos económicos que históricamente se han beneficiado del modelo económico, los recursos y la política estatal.


En contrapartida siguió el abandono hacia la agricultura campesina, sin política de Estado para impulsar el sector, sino con la típica “política de proyectos” asistencialistas que se mantienen marginalmente con la cooperación internacional. No hubo política de distribución de tierras para los campesinos, menos expropiación, ni recuperación de tierras fiscales o mal habidas en manos de terratenientes nacionales o extranjeros. El único proceso de expropiación de tierras para los campesinos que estaba en el Congreso, 1.450 hectáreas en Tacuatí, San Pedro, fue rechazado, en 2019, a pedido del propio Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT). 


Por el contrario, siguió y recrudeció la agresión a los pobres con la política de desalojos, derogando a pedido de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y la Unión Industrial del Paraguay (UIP), el “Protocolo de Actuación para Casos de Desalojos” (vigente desde 2012) y realizando en 2019 el desalojo de sus tierras a 29.000 personas, en 30 operativos represivos y violentos en las zonas rurales y urbanas. 


La crisis empeora por la calamitosa situación de la política social (ya señalada en la edición anterior de Poder Popular), en que la salud y la educación están en terapia intensiva, por la precariedad, segregación, falta de cobertura universal, mala calidad e histórica baja inversión, manteniendo a la población pobre con programas residuales de asistencia.


Entre las nefastas herencias del actual Gobierno (y el anterior) se encuentra el acelerado endeudamiento al país. La deuda pública total actual (junio de 2020) llegó a 10.871,4 millones de dólares (73.925.520.000.000 billones de guaraníes al cambio actual), 30,7% del Producto Interno Bruto (PIB). Como la deuda pública puede ser externa (con acreedores internacionales) e interna (con acreedores nacionales), la deuda externa llegó a 9.339 millones de dólares y la deuda interna a 1.532,4 millones de dólares. En términos de cada paraguayo y paraguaya (deuda pública per cápita) significa que cada uno de nosotros debemos ahora 10.267.433 guaraníes. 


Antes del Gobierno de Cartes (2013) la deuda pública total era de 4.174,2 millones de dólares, es decir que cada paraguayo y paraguaya debíamos entonces 3.210.923 guaraníes. Cartes terminó su gobierno con un endeudamiento de 8.040,9 millones de dólares, es decir que casi lo duplicó, 92,6% más y MAB en dos años ya aumentó 35,2% más. Se estima que la deuda pública total alcanzará a fin de año 12.553 millones de dólares, equivalente a 34,5% del PIB, lo que significa una situación difícil de manejar debido a los bajos ingresos que tiene el Estado. Deuda que vamos a pagar todos nosotros y las próximas generaciones (hijos, nietos, bisnietos y tataranietos). 


En cuanto a la composición de la deuda externa esta puede ser contraída con organismos financieros internacionales (BID, BM, CAF, FONPLATA y otros), que a la fecha alcanzó 3.611,6 millones de dólares y, con personas y empresas del mercado privado especulativo a través de los Bonos Soberanos, que a la fecha alcanzó 5.360 millones de dólares.



¿Por qué el endeudamiento ha aumentado tan aceleradamente durante los gobiernos de Cartes y MAB? 


La causa principal es el bajo ingreso tributario del Estado que, hasta fines del 2019 era apenas del 10% del PIB, que si comparamos con los otros países del Mercosur llega a un promedio de 33% del PIB. La razón de esto es que, el Estado paraguayo cobra los impuestos más bajos de la región y casi del mundo a los grupos económicos dominantes, especialmente el agroexportador (soja y carne), los de “importación/exportación” de frontera, algunos sectores específicos como el tabaco, bebidas alcohólicas, comida chatarra, sector financiero y sector empresarial en general, que históricamente han sido los privilegiados de este modelo, obteniendo enormes ganancias. 


El Paraguay es casi un paraíso fiscal para los ricos. En 2019 los agroexportadores apenas contribuyeron al Estado el 4,9% del total de la recaudación tributaria. La estructura tributaria es regresiva, es decir, la mayor parte de los impuestos recaudados es del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con el cual resultan más afectados los pobres que, terminan pagando más impuestos que los ricos en proporción a sus ingresos. 


El Impuesto a la Renta Personal (IRP), generalmente se deduce (reduce con facturas) cuanta más empresas y capital se tiene, por la capacidad de compra. Así las personas más ricas de este país casi no pagan impuesto a la renta. También existe una práctica permanente de evadir impuestos: según la Secretaria de Estado de Tributación (SET) del Ministerio de Hacienda (MH) la evasión fiscal ronda el 30%. Los grandes evasores que con diversos mecanismos tratan de eludir el pago de impuestos son principalmente las empresas transnacionales de los agronegocios.


Además de los ingresos tributarios el Estado tiene otros ingresos menores como, por ejemplo, los royalties y las compensaciones por la venta de energía a Brasil y Argentina, pero todo esto no alcanza para cubrir el gasto público que se establece en el Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGGN), especialmente, para la construcción de infraestructura y, entonces se produce los que se llama el Déficit fiscal o agujero en el presupuesto público (falta de ingreso para cubrir el presupuesto público), que termina cubriéndose con el endeudamiento


El déficit fiscal más reciente, comenzó en el año 2013 con el Gobierno de Franco que, en vez de cobrarle más impuestos a los ricos, se decidió contraer deudas a través de los Bonos Soberanos. Para no abultar demasiado el déficit fiscal, a comienzos del Gobierno de Cartes se promulgó la Ley 5098 de “Responsabilidad Fiscal” que limitó el déficit a 1,5% del PIB hasta un máximo del 3% en casos especiales. Desde entonces todos los años se viene acumulando ese déficit y en consecuencia sube el endeudamiento. 


Con la pandemia el Congreso decidió liberar ese límite para que el Estado pueda endeudarse mucho más: 1.600 millones de dólares, para financiar el Plan de Emergencia por la pandemia. Se estima que el déficit fiscal llegaría este año al 7% del PIB, es decir, un agujero presupuestario o endeudamiento de alrededor de 2.500 millones de dólares en total. 


Prácticamente toda la plata invertida para la construcción de infraestructura del país es a través del endeudamiento, por ejemplo, las rutas, que, con preferencia se construyen para el transporte de los productos de los agronegocios y para la corrupción de las empresas, ya que, cuando está finalizando la construcción, ya se contrata de nuevo una empresa para el mantenimiento porque gran parte de la ruta ya está descompuesta, aunque en teoría debe tener como mínimo 30 años de vida útil. Esto pasa a menudo con toda la infraestructura del país, que se paga con endeudamiento y que lo paga todo el pueblo. Para seguir endeudando al país, el Ministerio de Hacienda presentó al Congreso el proyecto de Ley de “Administración de Pasivos” o “ley de bicicleteo”, de modo a adquirir nuevas deudas para pagar las deudas vencidas.     


Paraguay es el país que más se endeudó hasta ahora con la pandemia entre los países de la región justamente porque no tiene los ingresos suficientes ni la política social y de protección social adecuada para atender a la población y, porque hay una negación total del gobierno a distribuir los costos de la crisis sobre los que concentran la riqueza en el Paraguay.


¿Sobre quiénes recaerá entonces el pago de la deuda?

 

 

Periódico Poder Popular, Edición Nº 3, Setiembre 2020. 

El circo de Mario Abdo con la dirección de Horacio Cartes

Al cumplirse dos años de la asunción de Mario Abdo Benítez, el Partido Paraguay Pyahurâ (PPP), la Federación Nacional Campesina (FNC), el Frente Mujer del PPP, la Corriente Sindical Clasista (CSC) y la Juventud Paraguay Pyahurâ (JPP) realizan acciones políticas que expresan de manera contundente el rechazo al Gobierno, a su política antipopular de endeudamiento, entrega, carente de políticas de desarrollo para la mayoría,  con intenciones de supuestas reformas  a espaldas del pueblo, así como a la desidia, corrupción e impunidad desnudada de manera más virulenta durante esta pandemia.

Difusión de volantes, jingles, caravanas, mitines, banderas, coloridos carteles matizan esta protesta tanto en Asunción como en otros rincones del país, ciudades y distritos alzando así las voces de miles de paraguayos y paraguayas afectados por las injusticias de este G obierno vendepatria y corrupto; haciendo un llamado a todos los sectores patrióticos a discutir un modelo de país basado en la necesidad de una reforma agraria, transformación del esquema tributario y del código electoral hacia la construcción de una patria nueva con poder popular.

Periódico Poder Popular, Edición Nº 3, Setiembre 2020.




El Gobierno oligárquico quiere blanquear las tierras mal habidas históricamente despojadas a campesinos e indígenas

Promovido por los senadores Enrique Riera (Partido Colorado) y Fidel Zavala (Partido Patria Querida), dos representantes de la oligarquía terrateniente de este país, se presentó el 23/07/2020 al Congreso a través de la Cámara de Senadores un anteproyecto de Ley para la creación del SINACARE y la DINACARE, previa cumbre entre los tres poderes del Estado para acordar la Ley, con tratamiento de Código o urgencia, que, en unos de sus capítulos crea una nueva institución la Dirección General de Regularización de las Tierras.


Al respecto la Federación Nacional Campesina (FNC) se pronunció públicamente a través de una conferencia de prensa el 29/07/2020 planteando su preocupación y cuestionamiento al Anteproyecto de Ley; posteriormente el 21/08/2020, luego de consultas con especialistas en derecho agrario, y conjuntamente con la Coordinación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI), la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), el Centro de Estudios e Investigaciones de Derecho Rural y Reforma Agraria (CEIDRA), el Centro de Estudios HEÑOI y el Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios (CERI) del Dr. Ramón Foguel, se presentó a la Cámara de Senadores una carta de RECHAZO a la Ley por tener el objetivo de fondo de blanquear las tierras mal habidas y plantearse a espaldas del pueblo que en estos momentos de pandemia no tiene posibilidades de participar amplia y democráticamente en su discusión. El acto es un atentado al Estado de Derecho y de aprobarse será una traición más a la patria y al pueblo de este gobierno servil a los intereses de los grupos terratenientes y de los agronegocios que vienen acaparando y concentrando ilegal y violentamente las tierras en el Paraguay. 


A continuación, reproducimos la carta presentada al Congreso:


Senador Oscar Salomón

Presidente de la Cámara de Senadores


Las organizaciones abajo firmantes, se dirigen a Usted y por su intermedio a los miembros del Congreso de la Nación, con el propósito de plantear las preocupaciones y la posición de la organización respecto al “ANTEPROYECTO DE LEY QUE CREA EL SISTEMA NACIONAL DE CATASTRO REGISTRAL (SINACARE) Y LA DIRECCIÓN NACIONAL DE CATASTRO Y REGISTROS PÚBLICOS (DINACARE)”,  presentado por los Senadores: FIDEL SANTIAGO ZAVALA SERRATI, ENRIQUE RIERA ESCUDERO, OSCAR RUBÉN SALOMÓN FERNÁNDEZ, ARNALDO AUGUSTO FRANCO ECHEVARRÍA, ABEL ALCIDES GONZÁLEZ RAMÍREZ, HERMELINDA ALVARENGA DE ORTEGA, de fecha 23 de julio de 2020. (CON TRATAMIENTO DE CÓDIGO, ARTÍCULO 6° RESOLUCIÓN N° 50/91), para expresar cuanto sigue:


La extrema concentración de la tierra en el Paraguay es innegable. Lo demuestran los Censos Agropecuarios Nacionales realizados en 1991 y 2008 y lo confirman organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), OXFAM Internacional (2016) y otros, cuando plantean la desigualdad casi absoluta de la tenencia de la tierra en Paraguay y como una de las peores en el mundo, con un factor de desigualdad de 0,93 (GINI). 


Este proceso de concentración se realizó históricamente bajo mecanismos ilegales de despojos y violencia sobre la población vulnerable de campesinos e indígenas, y bajo procedimientos amañados, corrupción de funcionarios públicos, falsificaciones registrales, blanqueos notariales y judiciales, etc., y paradójicamente, mediante la Política de la “Reforma Agraria” llevada adelante por las instituciones creadas al efecto: IRA, IBR, INDERT, que han favorecido con la distribución ilegal de grandes cantidades de tierras a personas nacionales y extrajeras no sujetas de la Reforma Agraria, especialmente durante el periodo de la dictadura stronista, aspecto corroborado amplia y claramente con el Informe de la Comisión de Verdad y Justicia (2008), que demuestra que tan solo en dicho periodo dictatorial, el 64,1% de las tierras públicas (6.744.005 hectáreas) fueron adjudicadas de manera ilegal, situación que continuó hasta la actualidad, llegando a unas 7,7 millones de hectáreas.


Por esta razón, expresamos primeramente nuestra enorme preocupación por la presentación del Anteproyecto de Ley mencionado y el “Tratamiento de Código” planteado para su consideración en el Congreso. En primer lugar, se pretende llevar un rápido tratamiento de una Ley que plantea una problemática económica, social y política histórica que ha provocado tantos conflictos, violencia y derramado tanta sangre en nuestro querido Paraguay, en un momento de restricciones públicas y dificultades sanitarias para el debate y la participación efectiva de la población. 


En segundo lugar, han acordado la promulgación de la ley entre los tres Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), realizada el pasado 20 de julio de 2020, según la vocería de uno de los impulsores, el Senador Enrique Riera, que planteó públicamente el objetivo de “sanear y regularizar” la tenencia de la propiedad y de la tierra, situación anunciada sin ningún debate público.


Es notorio que la propuesta viene desarrollándose sin la participación del sector social, principalmente del campesinado y los pueblos indígenas, sectores que serán los afectados directos si se llega a aprobar el proyecto en todo lo relacionado a inmuebles. Se evidencia que el proyecto se contempló solamente en el ámbito político, en conjunto con el sector privado y con algunas instituciones estatales, con total exclusión de las organizaciones sociales.


Obviar la participación de los sectores mencionados y abordar en una cumbre de poderes un tema que según los proponentes “sólo interesa a los que poseen algo que regularizar y registrar”, se puede considerar como un atentado a la democracia y al Estado de Derecho.


Si bien la propuesta abarca a todos los bienes y actos jurídicos registrables que involucran a la Dirección General de Catastro (DGC) y a la Dirección General del Registro Público (DGRP), cuya integración podría ser importante, luego se plantea la creación de una Dirección General de Regularización (DGR) "encargada de implementar el programa de regularización, de la posesión, tenencia o propiedad inmueble a nivel nacional y fortalecer la seguridad jurídica a los titulares de la propiedad" sin dejar en claro ni definir en los siguientes artículos los mecanismos de regularización que se asumirán atendiendo las diferentes condiciones e irregularidades en que hoy se encuentra la tenencia y el registro de la tierra, ni menciona en ningún momento "la función social de la tierra", aspecto fundamental del "Estado Social de Derecho" estipulado en la Constitución Nacional. 


Nos preguntamos entonces, como organización campesina embanderada históricamente en la lucha por la tierra en Paraguay: ¿qué pasará con los 7,7 millones de hectáreas malhabidas adjudicadas dolosamente por el IBR y el INDERT? ¿Qué pasará con las tierras despojadas sistemáticamente a los territorios indígenas y asentamientos campesinos, con el avance de los agronegocios? ¿Qué pasará con las tierras de frontera ocupadas ilegalmente por extranjeros violando la franja de seguridad prohibida por ley? ¿Se blanqueará la tenencia irregular de las tierras en este proceso de regularización? ¿Es éste el objetivo del fondo del Anteproyecto de Ley presentado? Estas preguntas deben ser necesariamente respondidas previamente con un amplio debate nacional y acordadas políticamente luego de un proceso de participación de todos los actores de la sociedad.


¿De qué participación se puede hablar ahora en términos de restricciones públicas por la emergencia sanitaria, incluyendo el formalismo de alguna audiencia pública, cuando ya se acordó la Ley entre los tres Poderes del Estado a espaldas de la población? Lamentablemente no podemos dejar de mencionar que los miembros del Poder Judicial, conjuntamente con los del Colegio de Escribanos del Paraguay y ciertos abogados facinerosos, han sido siempre los promotores que apañaron ilegalidades, llevando a esta situación de anomia y concentración de la tierra en nuestro país.


Por las razones expuestas: RECHAZAMOS ROTUNDAMENTE el tratamiento de este anteproyecto de Ley acordado entre cuatro paredes, de objetivos dudosos, y a realizarse a espaldas del pueblo sin la participación debida de la sociedad. Abogamos por la conciencia y el compromiso de los senadores con el pueblo paraguayo para posponer el tratamiento del mencionado anteproyecto, de modo a posibilitar la debida y necesaria participación social que corresponde a un tema de central importancia para la gobernabilidad social y política del país. Sería muy lamentable cargar con la responsabilidad histórica de exacerbar el conflicto social por la tierra, aumentar el sufrimiento del pueblo y propiciar el derramamiento de sangre de muchos compatriotas en el Paraguay.


¡Sin reforma agraria no habrá paz!


Periódico Poder Popular, Edición Nº 3, Setiembre 2020.

Editorial Nº 3, setiembre 2020

TRANSFORMAR EL HASTÍO Y LA RABIA DE NUESTRO PUEBLO EN ORGANIZACIÓN, LUCHA Y CONQUISTA


“Si no tienen pan… que coman pasteles (tortas). Este dicho se atribuye a María Antonieta (1755 - 1793), reina de Francia  en el siglo XVIII. Cuando buena parte del pueblo que vivía en la miseria, a falta de harina y trigo, fue a Versalles a reclamar pan, ésta habría respondido altaneramente con la frase: “Que coman pasteles”. Esta situación puso de manifiesto la indiferencia y la insensibilidad con la que la nobleza de la época gobernabaEste hecho causó un gran enojo en el pueblo y contribuyó a que aumentara el odio hacia la reina.

 

Este episodio del pasado nos recuerda al Gobierno entreguista y vende patria de Abdo Benítez y las condiciones del pueblo en este tiempo de pandemia. No solo faltó pan, también se perdieron puestos de trabajo, no se pudo resolver el problema de la educación (que ya venía en situación crítica), varias personas que sufrían de otras dolencias y enfermedades quedaron abandonadas, miles de paraguayas y paraguayos que querían volver al país no encontraron las garantías y las condiciones para hacerlo, las ayudas que debieron paliar un tanto las carencias pasaron por gestiones burocráticas y dilatorias, no hubo ayuda efectiva y a tiempo para las pequeñas y medianas empresas, en varios lugares se dieron duras e innecesarias represiones contra compatriotas indefensos, especialmente contra jóvenes: es más, fue baleada una criatura cuyo padre desvió una barrera policial.

 

Nuestro pueblo fue obligado a aguantar como sea ante el peligro del contagio -al menos una amplia mayoría-. Millones de paraguayas y paraguayos nos pusimos las pilas y aguantamos a como sea para enfrentar esta pandemia.

 

Sin embargo, cuando miramos hacia quienes tienen el poder económico y político, hacia quienes gobiernan hoy la República,  vemos que se burlan del pueblo, se ríen de sus sufrimientos y hacen caso omiso a todo el padecimiento de la gente.

 

 Y podemos citar algunos de los hechos que demuestran tal cosa: endeudaron al Estado con la excusa de enfrentar la pandemia, utilizaron el dinero como botín para robar, realizaron licitaciones amañadas, saltaron denuncias de corrupción en algunas instituciones del Estado que implicaron a funcionarios de alta jerarquía, sobre facturaron de manera descarada un servicio básico como la electricidad, aprovecharon de manera oportunista para hablar de Reforma del Estado, poniendo a verdaderos zorros para cuidar del gallinero, encabezando el “debate” personeros cuestionados y cuestionables, y para peor a espaldas del pueblo.

 

Organizaron de manera descarada y vergonzante fiestas, casamientos, farras, chupis y borracheras, sin ningún tipo de prevención o precaución en tiempo de pandemia, Y LAS AUTORIDADES (Ministerio del Interior, Fiscalía, Ministerio de Salud, Policía Nacional) NI  LEVANTARON  LA MIRADA. Un ex presidente de la Argentina entró y volvió a salir de nuestro país,  sin tener en cuenta protocolo alguno.

 

En una cumbre de los tres Poderes del Estado, con la firma de dos senadores se presentó un proyecto de ley sobre tierra, con pedido de tratamiento de urgencia (más datos sobre el mismo en otra página). Y para peor, de nuevo están presentando un proyecto para endeudar más al país, ofreciendo al pueblo solo asistencialismo. Vemos que el personal de blanco denuncia de manera constante e incesante la falta de insumos, medicamentos y condiciones para enfrentar la pandemia.

 

Esta situación genera rabia en el pueblo, mientras lucha para sobrevivir, sin contagiarse y además pelear para comer, quienes tienen el poder político y económico se burlan de sus sufrimientos.

 

No dicen “que coman tortas…” pero en el contenido demuestran que su sentimiento y trato hacia el pueblo es igual al de la Reina María Antonieta.

 

Compañeras y compañeros: es un compromiso y una responsabilidad convertir este hastío y rabia de nuestro pueblo en organización y lucha, para así enfrentar y derrotar esta política contra la gente. Preparémonos y preparemos la fuerza para darle vuelta a la tortilla y que el poder quede en manos de obreras y obreros, campesinas y campesinos, en manos de verdaderas y verdaderos patriotas  que defenderán los intereses de la patria, de la nación y del pueblo.


Hastío: aburrimiento, repugnancia, disgusto, cansancio, hartazgo (che kuerái)

 

Periódico Poder Popular, Edición Nº 3, setiembre 2020.


domingo, 23 de agosto de 2020

Editorial Nº 2, Agosto 2020

Faltan días nada más para que se cumplan dos años del Gobierno de Abdo Benítez.  Y nos ponemos a repasar, desde el punto de vista político, este tiempo que ha pasado posterior a las últimas elecciones nacionales.

Es justo recordar que Mario Abdo Benítez surgió como Presidente de la República salpicado por denuncias de fraude. Si bien es cierto que el sistema electoral de nuestro país está preparado para avalar los fraudes electorales y que por eso mismo todas las elecciones desarrolladas en nuestro país siempre están salpicadas por denuncias en ese sentido, esta vez las denuncias arreciaron. Y no hace falta entrar en detalles sobre este punto, bastaría con recurrir a archivos de aquel momento para demostrar tal cosa.

 

Y con este rengueo político siguió camino, caracterizándose por un ser un Gobierno pusilánime, entreguista, apañador de corrupción, entre otros.

 

Tras apenas un tiempo de andar, el pueblo, harto de las mentiras,  empezó a arremeter con DESASTRE KO MARITO: esta era la vox populi más utilizada, los memes aparecieron por doquier como una forma de expresar rabia y malestar.

 

Mientras gran parte de nuestro pueblo se sumergía en las grandes inundaciones ocurridas en nuestro país, el Gobierno no tuvo la valentía, la eficacia y la capacidad para enfrentar este desastre natural que afectó gravemente a nuestras y nuestros compatriotas.

 

El dengue golpeó con fuerza, enlutando  a miles de familias paraguayas, y el Gobierno de Abdo Benítez no tuvo política acorde para enfrentar esta situación de crisis. El pueblo, como siempre hizo, peleó como pudo y varios tuvieron que enterrar a sus seres queridos. Así quedó demostrado nuevamente que para el Gobierno el sistema de salud es absolutamente secundario.

 

En medio de estas situaciones, un día sacudió al país la denuncia de la firma de un Acta Secreta de Itaipú, de entrega, aparente negocio turbio que involucraba a grandes autoridades nacionales, incluido el Presidente de la República. El manto negro del Juicio Político empezó a recorrer de nuevo los pasillos del Congreso y del Palacio de Gobierno, reapareciendo en hojas de los diarios y revistas, y como tema en los noticiarios.

 

De hecho, nada diferente de lo que sucede en nuestro país esperábamos con el Gobierno de Abdo Benítez, porque es la prosecución de gobiernos entreguistas que aplican políticas anti populares y anti nacionales. Esto quedó demostrado de manera tan evidente con esta pandemia del COVID 19: mientras el pueblo hacía esfuerzos sobrehumanos para mantenerse en cuarentena, luchando estoicamente por encima de sus urgentes necesidades, los politiqueros no dejaron de cometer hechos lamentables y llovieron denuncias de corrupción. 

 

Los pactos y componendas entre los politiqueros son lo cotidiano en este momento: esto significa repartija de cuotas de negocios, apañamiento de las mafias y corrupción. Y un Gobierno débil, pusilánime y entreguista  envuelto en tinieblas y acciones desacertadas, lo que se podría llamar “dando palos de ciego”.

 

Compañeros y compañeras: no se esperan tiempos mejores. Está claro que nos queda fortalecer nuestro partido, estar con el pueblo, ligarse con la masa y mirar al horizonte de la lucha por el poder y así conquistar UNA PATRIA NUEVA.

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